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Sonda nasogástrica (NG)

Antes del procedimiento

Antes de que le coloquen la sonda nasogástrica (NG), su equipo de atención le explicará qué va a suceder, por qué y qué esperar. Deberá dar su consentimiento verbal para que le coloquen la sonda.

Siempre es bueno tener a un ser querido cerca durante la colocación de la sonda como apoyo moral. Si usted es el cuidador del adulto al que se le va a colocar la sonda, y sabe que su ser querido a veces puede ser poco colaborador, es posible que se le pida que ayude a sujetarlo durante la colocación.

Durante el procedimiento

Es posible que le enseñen a usted o a su cuidador cómo colocar la sonda durante el procedimiento.
Si usted puede beber sin riesgos, el personal de enfermería puede pedirle en cierto momento que beba agua con una pajilla para ayudar a que la sonda pase más fácilmente al estómago.
El personal de enfermería determinará hasta qué distancia colocar la sonda midiendo la longitud desde la nariz hasta la punta del lóbulo de la oreja y el punto medio entre el esternón y el ombligo.
Antes de que comience la colocación, la sonda se sumergirá en agua o gel lubricante para que sea más cómoda de pasar. Es posible que el personal de enfermería le pida que incline la cabeza ligeramente hacia adelante, ya que esto puede ayudar a que la sonda pase más fácilmente por la nariz y la garganta. Pueden producirse arcadas; esto puede ser incómodo, pero esta parte de la colocación de la sonda termina muy rápidamente.

Posteriormente, el personal de enfermería le enseñará a usted o a su cuidador cómo confirmar que la sonda esté colocada correctamente en el estómago. La colocación se puede comprobar extrayendo un poco de líquido con una jeringa y probándolo en un papel indicador de pH (o, a veces, mediante una radiografía) para asegurar que la punta de la sonda esté en el estómago. Si la sonda tenía un estilete, después de la confirmación, la sonda se lavará con agua y el estilete se retirará. Luego, la sonda se sujetará con cinta adhesiva a la mejilla o la nariz. Es posible que el personal de enfermería marque la sonda con tinta en la nariz para ver si se mueve.

Después del procedimiento

Es normal sentir cierta molestia en el orificio nasal o en la parte posterior de la garganta al principio. Con el tiempo, esa sensación disminuirá a medida que se acostumbre más a la sonda. Pensar de manera positiva es muy beneficioso durante esta etapa. Recuérdese o recuérdele a su ser querido con frecuencia que muchas personas lo han hecho con éxito y que también es posible que usted o su ser querido lo haga. Buenas palabras para darse ánimo son: “¡Puedo hacerlo! ¡Voy a hacerlo!”

El personal le enseñará cómo configurar la alimentación y hacer funcionar la bomba. Si no se usa una bomba, se le enseñará cómo realizar la alimentación sin una bomba, usando una jeringa para la administración de bolos o una bolsa de alimentación.

Cepillarse los dientes con frecuencia y practicar una buena higiene bucal es muy importante para mantener la boca limpia y húmeda. También deberá preguntar si está bien tomar sorbos de agua y comer alimentos si es posible la ingesta oral.

Antes de que se vaya, su nutricionista, el personal de enfermería o el proveedor de atención domiciliaria se asegurará de que tenga todos los suministros que necesita o de que conozca el plan sobre dónde conseguirlos. Para poder seguir usando la sonda en casa, incluidas las jeringas, los juegos de administración y tiras indicadoras de pH. Asegúrese de que le hayan respondido todas sus preguntas y de tener un contacto de emergencia para el manejo en casa.

Su primer día en casa

Lo primero que deberá hacer cuando llegue a casa es encontrar un lugar para guardar los suministros. También deberá tener acceso a un espacio limpio donde pueda preparar la fórmula enteral. Su nutricionista, el personal de enfermería o la compañía de atención domiciliaria le asesorará y organizará sus suministros continuos antes de que se vaya del hospital.

Se le habrá aconsejado que revise la sonda varias veces al día para asegurarse de que no se haya movido, antes de cada vez que use la sonda para administrar la alimentación o los medicamentos, posiblemente con una prueba de pH (se le mostrará cómo hacerlo antes de que se vaya del hospital). Si alguna vez tiene dudas sobre la posición de la sonda, no la use y solicite el consejo de su profesional de atención domiciliaria.

También recuerde que, aunque no esté comiendo o recibiendo medicamentos por vía oral, la higiene bucal sigue siendo muy importante. Es necesario cepillarse los dientes con frecuencia o usar hisopos bucales para limpiar la boca y mantenerla húmeda.

Consulte sus notas o la información de alta cuando comience. Si le enseñaron cómo cambiarse la sonda en casa, recuerde tener a mano su hoja informativa de urgencias y emergencias para consulta rápida.

Recuerde: el primer día en casa después de cualquier gran cambio conllevará ciertas adaptaciones. Pero, en poco tiempo, se acostumbrará más a qué hacer y cómo hacerlo y desarrollará una nueva rutina que se volverá natural. Un consejo más: en algunos casos, deberá administrar medicamentos por la sonda nasogástrica (NG). Si es así, pregunte si es necesario diluir el medicamento primero. También deberá lavar la sonda antes y después de administrar el medicamento y la alimentación para evitar que se obstruya.

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